Tumba de santa Catalina de Siena

Bajo el altar mayor, el altar principal de la basílica, se encuentra el marmóreo sepulcro donde se conservan las reliquias, es decir los restos mortales, de santa Catalina de Siena, laica dominica y doctora de la Iglesia. El sepulcro quattrocentesco, restaurado entre los años 1999 y 2000, representa en su parte superior el cuerpo de la santa que reposa apoyando su cabeza sobre un mullido cojín. En la parte frontal encontramos dos pequeños ángeles que enmarcan una inscripción, la cual presenta al peregrino o al visitante la persona que allí se encuentra enterrada: "sancta Caterina de Senis Ordinis Santi Dominici de Poenitentia" (santa Catalina de Siena de la Orden de la Penitencia de Santo Domingo).

Catalina Benincasa, que era su verdadero nombre, nació hija de una familia acomodada el año 1347 en la ciudad de Siena. A la edad de seis años, mientras caminaba por su ciudad, vio sobre la iglesia de Santo Domingo de Siena a Jesucristo vestido de Pontífice, sentado en un trono y flanqueado por san Pedro, san Pablo y san Juan. Tras esta visión decidió hacer voto de castidad. Entra en la Orden de la Penitencia de Santo Domingo dedicando todo su vida, en palabras de la propia santa, "al honor de Dios y a la salvación de las almas". Se preocupó de trabajar por la paz en una época de guerras fratricidas y consiguió convencer al Papa Gregorio XI, que se encontraba en Aviñón (Francia), para que volviera a Roma ya que en verdad era el obispo de la ciudad y en ella debía residir. Durante toda su vida tuvo una intensa actividad epistolar con Papas, reyes, reinas, religiosos y gente del pueblo, exhortando a todos ellos a vivir cristianamente y seguir la voluntad de Dios.

Se conservan una colección de sus cartas y su obra titulada Diálogo de la Divina Providencia, escrito que recoge un largo diálogo místico entre la propia santa y Dios. Todavía hoy los frailes dominicos continúan estudiando y proponiendo su enseñanza; enseñanza que sabe hablar con dulzura y verdad al corazón y a la mente de los hombres del tercer milenio. Santa Catalina de Siena es compatrona de Roma, de Italia y de Europa.